Dr. Daniel E. Rodríguez C.
Todos queremos ser líderes. Todos queremos tener éxito en nuestros negocios, carrera profesional y vida familiar. ¿Como hacerlo? No existe una fórmula mágica ni una receta de cocina. Pero a muchas personas alrededor del mundo les ha funcionado el “sistema de valores” de Stephen R. Covey, conocido como Liderazgo Centrado en Principios.
Este sistema promueve una serie de valores, conductas y características que definen una actitud que conduce hacia el liderazgo; entendido este no simplemente como ser el mejor en algo, sino que abarca un concepto más amplio.
Según esta visión el líder no solo destaca individualmente, sino que ayuda a que otros también lo hagan, goza de los beneficios del éxito y los comparte. No trata de imponerse a los demás sino que los ayuda a mejorar.
Además tiene una sólida escala de valores en la cual basa su toma de decisiones.
En este trabajo se presenta una reseña de los primeros diez capítulos del libro Liderazgo Centrado en Principios, de Stephen R. Covey.
Aprendizaje constante: Los líderes están en constante en aprendizaje, saben escuchar, se esfuerzan por aprender nuevas habilidades, buscan entrenamiento, desarrollan conocimiento. Están claros que entre más aprenden menos saben. Y la motivación para aprender y crecer proviene de ellos mismos.
Según Covey la mejor manera de adoptar esta forma de vida es imponerse pequeñas metas y compromisos, cada vez que se alcanza una meta y un compromiso se pasa al siguiente.
El verdadero líder centrado en principios se educa a través de la experiencia. Lee, toma cursos escucha a los demás y aprende tanto con sus oídos como con sus ojos. Es curioso, formula preguntas y desarrolla nuevas habilidades constantemente. El verdadero líder cuando empieza a crecer en sabiduría se da cuenta que mientras más sabe menos sabe. Conforme se expande su conocimiento, también lo hace su ignorancia.
Orientación hacia el servicio: La vida es una misión, no una carrera. Los líderes están para servir, no para ser servidos. El verdadero líder centrado en principios ve la vida como una misión, no como una carrera. Si uno se esfuerza para centrarse en los principios como un mero ejercicio mental, fracasara. El líder necesita tener un sentido de responsabilidad y actividad. Debe levantarse cada mañana dispuesto a servir.
Irradia energía positiva: Se trata de gente contundente, feliz y amable. Tienen una actitud optimista hacia la vida. Su espíritu es entusiasta, positivo y lleno de fe. El verdadero líder centrado en principios es alegre, placentero e irradia energía positiva. Tiene esperanza y confianza en los demás, sabe que la energía positiva atrae más energía positiva y neutraliza o anula la energía negativa.
El verdadero líder centrado en principios cuando está en medio de una confrontación, trata de ser el pacificador, el que elimina la energía negativa. Sabe canalizar esta energía para convertirla en una herramienta gerencial efectiva provechosa.
Cree en otras personas: Ellos no sobrereaccionan a los errores de otros, a las malas conductas, o las debilidades humanas. No se construyen en base de las debilidades de otros. Al contrario creen en el potencial oculto de la gente. No ponen etiquetas, no creen en estereotipos, categorías o prejuicios. Con esta actitud contribuyen a crear un clima de oportunidad y crecimiento. El verdadero líder centrado en principios no reacciona exageradamente ante las conductas negativas. No se trata de ser ingenuo sino de estar consciente de las debilidades que podemos tener todos.
Un verdadero líder sabe que la conducta y el potencial no son lo mismo. Al no usar estereotipos con sus subordinados trata de no etiquetarlos. Cree en el potencial de todos, propicia un clima para el crecimiento y la oportunidad. Sabe además que las personas egoístas creen que la clave está en ellos, en su técnica en sus enseñanzas a los demás. Sabe que esto solo funciona temporalmente. El verdadero líder centrado en principios, entiende y cree que la clave está en los demás y así acepta, afirma y ve como las cosas positivas ocurren.
Tienen vidas balanceadas: Los verdaderos líderes tienen vidas balanceadas. Leen la mejor literatura, están al tanto de las últimas noticias y disfrutan del intercambio y los retos intelectuales. Tienen una vida socialmente activa y disfrutan de tener una amplia gama de intereses.
No son extremistas, no se basan en el principio de todo o nada, bueno o malo, no dividen el mundo en dos partes. Piensan en términos de continuidad, prioridades y jerarquías, saben discriminar y diferenciar las similitudes y diferencias en cada situación. El verdadero líder centrado en principios no ve las cosas en blanco y negro. Aprende que es mejor errar por un malentendido que a causa de un a exageración. Sabe aceptar un elogio sin parecer presumido y acepta la culpa sin reaccionar mas de lo debido. Comprende que el único verdadero fracaso es no aprender de sus experiencias. Vive de forma sensible en el presente, planifica cuidadosamente el futuro, y se adapta a las circunstancias cambiantes.
Sus acciones son balanceadas, temperadas y moderadas. No son adictos al trabajo, fanáticos religiosos, fanáticos políticos, adictos al placer. Tampoco se autocondenan por cada error que cometen.
Buscan la sinergia: Catalizan sinergias, trabajan tan duro como inteligentemente, son muy productivos pero de maneras creativas y nuevas. En el trabajo en equipo rápidamente crean lazos y buscan como complementar y fortalecer las debilidades. Saben que el todo es más que la suma de sus partes, y que esto es lo que se les llama sinergia.
Saben delegar, les resulta fácil y natural pues creen en las habilidades y conocimientos de otros. También saben separar los problemas de las personas. El verdadero líder centrado en principios fortalece su equipo, lucha por complementar la debilidad a través de la fortaleza de otros. Entiende que la delegación es más fácil y natural si se cree en las fuerzas y habilidades de los demás.
El verdadero líder centrado en principios sabe que cuando las personas se centran en principios se hallan en situaciones adversas, se enfocan en los intereses de las personas en vez de luchar por posiciones. las soluciones sinérgicas son usualmente mucho mejores que las propuestas originales.
El verdadero líder centrado en principios aplica Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva:
-Ser proactivo. Esta es la habilidad de escoger una respuesta y una acción. El líder asume responsabilidad y toma acción.
-Inician con un objetivo final claro. Tiene que ver con la imaginación y conciencia de como deben ser la cosas. Consiste en dejar de verse a uno mismo como una víctima de las circunstancias y verse como un ser con voluntad de hacer y elegir. La conciencia debe monitorear lo que uno se propone, lo que imaginó, la visión y el objetivo final.
-Saber definir prioridades. No solo se deben definir las acciones necesarias a realizar sino también su orden.
-Pensar siempre en ganar - ganar. El liderazgo basado en principios se basa en la acción de uno mismo y la toma de responsabilidades. Si alguien a su alrededor comete un error, no lo señala o trata mal, sino que lo ayuda a mejorar.
-Buscar siempre entender y luego ser entendido. La acción tradicional de las personas cuando hay problemas es decir: “Permítame explicarle”. Pero la situación que se da es que la otra persona realmente no está escuchando ni tratando de entender sino más bien buscando una respuesta reactiva. La actitud correcta es siempre pensar: “como puedo ayudar a esta persona”.
-Crear sinergias. Hay que tener muy claro que los equipos pueden llegar más lejos que los individuos, pero para esto se necesita una buena comunicación y estar dispuestos a negociar.
-Revisar continuamente el proceso. Crecer y desarrollarse debe ser constante. La persona que no lo hace cae en estilos de vida y sistemas cerrados y poco tolerantes.
-Tips para el crecimiento personal
-Comprender que el crecimiento es un proceso paulatino y ordenado. No se aprende a caminar sin saber gatear. Además es un proceso natural, que no tiene atajos, se deben pasar y superar todas las etapas.
-En ese proceso evolutivo para madurar y crecer todos estamos en momentos distintos, por lo cual se debe ser tolerante y paciente.
-Las comparaciones son peligrosas, pues crean inseguridad. Si una persona basa su bienestar en esas comparaciones va a estar en un momento bien y al otro no.
-Para mejorar debemos iniciar de donde estamos, no donde deberíamos o de donde otros están.
-La instrospeción ayuda a tener un conocimiento más exacto de nuestras debilidades y de las vías para superarlas.
Siete acciones que alejan del verdadero liderazgo
Obtener riqueza sin trabajar. Se refiere al hecho de obtener algo sin realizar un verdadero esfuerzo o sin agregar valor, por ejemplo manipulando los mercados o a las personas, no pagando impuestos, obteniendo beneficios del gobierno sin necesitarlos.
Placer sin conciencia. Cuando las personas se dedican al placer sin tener conciencia, de una forma egoísta y solo buscando el gozo personal, lo pueden perder todo, desde el respeto social, su posición hasta sus familias.
Conocimiento sin carácter. Tener un gran conocimiento, sin un carácter firme es peligroso. Un gran desarrollo intelectual sin principios es como poner un auto de gran motor en las manos de un adolescente drogado.
Existen una serie de valores comunes que deben ser enseñados, tales como cortesía, amabilidad, dignidad e integridad.
Hacer negocios sin ética. Absolutamente todos los negocios y transacciones deben ser realizados en un marco de ética correcto, basado en los principios de legalidad y benevolencia.
Ciencia sin humanidad. Si la ciencia se convierte en pura tecnología y técnica, sin un carácter humanista, degenera en un asunto del hombre contra la humanidad.
Religión sin sacrificio. Practicar una religión sin sacrificarse, sin darle la mano al prójimo se convierte en una cuestión social y superficial.
Política sin principios. Si no existen principios no existe un verdadero norte, no hay nada en lo que se pueda confiar. Los políticos que no tienen principios solo tienen un mensaje superficial. Normalmente estos son los políticos que deben de gastar millones para construir su imagen.
El verdadero líder centrado en principios sabe que lo primero es lo primero. Se centra en la personalidad antes de la forma de ser (conducta) de los demás; “porque las hojas de un árbol nunca crecen antes que las raíces” .
Las características que mueven El verdadero líder centrado en principios son:
-Tiene integridad: el valor que nos ponemos a nosotros mismos.
-Posee madurez: el balance entre la valentía y la consideración.
-Mentalidad abundante.
Por ultimo El verdadero líder centrado en principios aplica el poder centrado en principios que consiste en ejercer el poder con los otros que creen en el y en lo que esta persona trata de lograr. La persona inspira confianza, honor y respeto. Sus seguidores le siguen porque desean hacerlo no de una forma automática o ciega, sino consciente, comprometida y reconociendo la meta.
El verdadero líder centrado en principios sabe que este tipo de poder es creado cuando los valores del seguidor y del líder se solapan. El control es aparente, pero no es externo, sino es un auto-control. Suscita una disponibilidad a arriesgarse al actuar de la forma más correcta, porque los seguidores son modelados y valorados por su líder. Sus seguidores le siguen por quien es el no por lo que tiene.
El verdadero líder centrado en principios cuando se trata de la comunicación sabe que:
-Es mejor asumir los problemas de buena fe y no cuestiona la sinceridad de nadie.
-Le importa la relación con los demás y desea resolver las diferencias.
-Esta abierto y preparado para cambiar.
-Escucha para comprender.
-Comienza el dialogo desde un punto de acuerdo común y lentamente avanza hacia las áreas de desacuerdo.
Cuando una persona va comprendiendo la importancia de estar centrado en los valores, comienza a adquirir una mentalidad de abundancia. Desde esa perspectiva sabe que se puede compartir poder, beneficios y reconocimientos y sobre todo se llega a estar feliz por el éxito que pueden alcanzar quienes le rodean.
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