La alquimia ¿Ciencia o magia?
por Gabriel Urdaneta
Publicado el dia 21, February , 2013
Existe una piedra que no es tal piedra, un objeto precioso que carece de valor, un ente multiforme que no tiene forma, una cosa desconocida que todos desconocemos. Zósimo de Panopolis.
¿La alquimia, ciencia o magia?
Hace casi dos mil años un grupo enigmático que recibía el nombre de “alquimistas” se embarcaron en una peligrosa y misteriosa búsqueda. En laboratorios rudimentarios arriesgaban sus vidas intentando fabricar oro, también pretendían hallar la sabiduría divina y el secreto de la inmortalidad. “La búsqueda del alquimista es la búsqueda de la perfección” dice el Dr. Kevin Murphy.
Los misterios abundan en la historia oscura de la alquimia.
¿Quedan todavía símbolos alquímicos en las grandes catedrales de Europa? ¿Fue un brillante alquimista del renacimiento el primero en crear vida en un tubo de ensayo? ¿Enloqueció Isaac Newton, uno de los mayores cerebros de la historia por su secreta obsesión por la alquimia?
La ciencia del siglo XX pudo haber demostrado las antiguas teorías que ya sostenían los alquimistas. Los físicos modernos han conseguido transmutar metales comunes en oro.
Pero, ¿Poseían los maestros de alquímica una gran sabiduría secreta? ¿Qué buscan en realidad? ¿Era la alquimia una simple búsqueda de oro o una búsqueda de Dios?
Los orígenes de la alquimia son tan difusos que nadie sabe exactamente qué significa la palabra “alquimia”. Desde el principio los alquimistas ocultaron deliberadamente sus secretos al mundo. La alquimia no estaba concebida para que la comprendiera el pueblo llano, se consideraba que solo los escogidos por Dios, los iniciados que conocían aquel lenguaje, los capaces de leer sus símbolos y los que eran realmente puros podían alcanzar aquel maravilloso saber, aclara la Profesora Pamela Smith (Pomona collage).
El alquimista egipcio más famoso fue Zósimo de Panopolis, quien vivió en Alejandría en el siglo tercero después de Cristo.
Los alquimistas creían que quienes poseyeran la piedra filosofal tendrían en sus manos el poder divino de conceder la vida eterna. La piedra filosofal era la quinta esencia de la perfección, todo cuanto ésta piedra tocara se convertiría en perfecto, si se tocaba a alguien con ella, se transmutaba a esa persona en perfección, se le liberaba de todas las dolencias fruto de la edad; enfermedades, males, y por supuesto, de la muerte.
Los libros de alquimia esconden los secretos de la transmutación entre páginas indescifrables de imágenes violentas, eróticas y monstruosas. Incluso a los eruditos que han hecho del estudio de la alquimia su profesión les desconcierta a menudo su fantástico código de símbolos.
Los alquimistas pretendían nada más y nada menos que desvelar el misterio de la creación.
por Gabriel Urdaneta
Publicado el dia 21, February , 2013
Existe una piedra que no es tal piedra, un objeto precioso que carece de valor, un ente multiforme que no tiene forma, una cosa desconocida que todos desconocemos. Zósimo de Panopolis.
¿La alquimia, ciencia o magia?
Hace casi dos mil años un grupo enigmático que recibía el nombre de “alquimistas” se embarcaron en una peligrosa y misteriosa búsqueda. En laboratorios rudimentarios arriesgaban sus vidas intentando fabricar oro, también pretendían hallar la sabiduría divina y el secreto de la inmortalidad. “La búsqueda del alquimista es la búsqueda de la perfección” dice el Dr. Kevin Murphy.
Los misterios abundan en la historia oscura de la alquimia.
¿Quedan todavía símbolos alquímicos en las grandes catedrales de Europa? ¿Fue un brillante alquimista del renacimiento el primero en crear vida en un tubo de ensayo? ¿Enloqueció Isaac Newton, uno de los mayores cerebros de la historia por su secreta obsesión por la alquimia?
La ciencia del siglo XX pudo haber demostrado las antiguas teorías que ya sostenían los alquimistas. Los físicos modernos han conseguido transmutar metales comunes en oro.
Pero, ¿Poseían los maestros de alquímica una gran sabiduría secreta? ¿Qué buscan en realidad? ¿Era la alquimia una simple búsqueda de oro o una búsqueda de Dios?
Los orígenes de la alquimia son tan difusos que nadie sabe exactamente qué significa la palabra “alquimia”. Desde el principio los alquimistas ocultaron deliberadamente sus secretos al mundo. La alquimia no estaba concebida para que la comprendiera el pueblo llano, se consideraba que solo los escogidos por Dios, los iniciados que conocían aquel lenguaje, los capaces de leer sus símbolos y los que eran realmente puros podían alcanzar aquel maravilloso saber, aclara la Profesora Pamela Smith (Pomona collage).
El alquimista egipcio más famoso fue Zósimo de Panopolis, quien vivió en Alejandría en el siglo tercero después de Cristo.
Los alquimistas creían que quienes poseyeran la piedra filosofal tendrían en sus manos el poder divino de conceder la vida eterna. La piedra filosofal era la quinta esencia de la perfección, todo cuanto ésta piedra tocara se convertiría en perfecto, si se tocaba a alguien con ella, se transmutaba a esa persona en perfección, se le liberaba de todas las dolencias fruto de la edad; enfermedades, males, y por supuesto, de la muerte.
Los libros de alquimia esconden los secretos de la transmutación entre páginas indescifrables de imágenes violentas, eróticas y monstruosas. Incluso a los eruditos que han hecho del estudio de la alquimia su profesión les desconcierta a menudo su fantástico código de símbolos.
Los alquimistas pretendían nada más y nada menos que desvelar el misterio de la creación.
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