En los programas de farándula utilizan hasta detectores de mentira para pillar las infidelidades de personajes mediáticos. En el mundo político las cosas son más solapadas –hay mucho en juego, especialmente en un año electoral como el 2013- y los rumores que tal o cual candidato tiene amante y esposa solo de fachada, no alcanzan a llegar a las pantallas o a las letras de molde.
Sin embargo, que la infidelidad existe, existe. Una encuesta dada a conocer a inicios de abril por el portal separados.cl indicó que, cada hora, 28 parejas chilenas inician su separación legal y que, en 7 de 10 casos, la causal es la infidelidad. Y dentro de ésta, la infidelidad femenina sería la que genera el 61% de los divorcios en Chile...
Para mi libro “Amores inconfesables”, hice una encuesta de opinión entre los santiaguinos que arrojó datos interesantes sobre el tema. Tengo la certeza, sin embargo, que hay cifras negras y que la realidad es más contundente que los números, como lo esboza la medición de separados.cl. En todo caso, el tema tiene siempre plena vigencia. Por ello, quiero recordar los datos del estudio realizado por la empresa Research entre santiaguinos casados (con o sin ley) de entre 18 y 55 años, de todos los sectores sociales.
Ante la pregunta clave –se nace o se hace-, un 60% dijo creer que la “tendencia natural” del ser humano es hacia la infidelidad. Entre las razones esgrimidas por las mujeres para pensar así, fue mayoritaria la alternativa “siempre vemos infidelidad” (16%) y “hay poca comunicación en la pareja” (13%), respuesta que entre los hombres solo obtuvo el 3%… Las alternativas más votadas entre los varones fueron “el hombre busca las aventuras” (21%) y “somos así por naturaleza” (20%).
Respecto del momento en que una infidelidad comienza, los consultados opinaron en forma mayoritaria (45%) “en el pensamiento”. La alternativa “la infidelidad empieza en los besos y caricias” obtuvo un 21% entre las mujeres y un 16% entre los hombres y la variante “empieza en el sexo”, fue votada por el 8% de las mujeres y el 6% de los hombres.
También se indagó en qué se consideraba infidelidad. Un 43% de los encuestados respondió: “Pensar y fantasear con distintas personas”. Lo mismo, pero “con una persona determinada” constituyó infidelidad para el 61%. “Pensar en otra persona al estar con la pareja”, fue sinónimo de infidelidad para el 74%.
Ante la pregunta “¿quiénes son las personas más expuestas a ser infieles?”, las respuestas fueron concisas: Un 17% dijo "los hombres", siendo más votada esta afirmación por las mujeres; "los matrimonios con problemas", coincidió un 16%; "las personas que se relacionan con mucha gente" fue elegida `por un 13%, opción que fue más votada por los hombres. Frente a estos datos, surge la reflexión: ¿la respuesta de las mujeres proviene de su experiencia y la de los hombres de su inseguridad?
Al pedir a los entrevistados que manifestaran su acuerdo o desacuerdo respecto del tipo de persona que, supuestamente, está más expuesta a ser infiel, las respuestas más relevantes fueron: “hombres cuya esposa es frígida” (87%); “quienes ya han sido infieles” (86%); “aquellos con cónyuges que no pueden tener sexo” (85%); “mujeres que su marido las deja mucho tiempo solas” (80%). Curiosamente, la alternativa con menor votación fue “los que llevan mucho tiempo de matrimonio” (21%).
¿Cómo se vive la infidelidad? fue otra de las consultas. Y aquí se dio una diferencia interesante: más hombres (23%) que mujeres (16%) dijeron que una aventura de vez en cuando, sin que la pareja se enterara, hacía bien a la relación…
Respecto de situaciones que atañen a la infidelidad femenina, un 90% (hombres y mujeres por igual) dijo estar de acuerdo con la afirmación “en general, lo que lleva a las mujeres a la infidelidad no es la insatisfacción sexual, sino la mala comunicación con su marido y la falta de consideración y atención que él le brinda". Otras alternativas muy compartidas fueron “cuando las mujeres son infieles saben hacerlo y ocultarlo mejor" (75%), “las mujeres son tan infieles como los hombres" (68%) y “las mujeres cuyo único hombre ha sido su marido es muy poco probable que lleguen a ser infieles" (65%). La alternativa que señala que las mujeres “sabe hacerlo y ocultarlo mejor” resonó más en las propias mujeres ya que los porcentajes fueron 78% de mujeres contra 72% de hombres…
Sobre la infidelidad masculina, la alternativa más votada fue “muchos hombres son infieles por una necesidad de vivir probándose y afirmándose en sus capacidades, es decir, inseguridad", afirmación con la cual coincidió el 92% de las mujeres y el 84% de los hombres. La frase: "Es muy frecuente que los hombres sean infieles cuando su mujer está embarazada o durante el post parto", también hizo sentido en el 51% de las mujeres y en un 38% de los hombres.
Cuando se preguntó "¿en qué porcentaje de matrimonios cree usted que ha ocurrido infidelidad de hecho en, al menos, uno de los cónyuges, aunque sea solo una vez?", la respuesta promedio fue contundente: "en el 65%". Y frente a la pregunta: "¿Conoce a alguien que nunca le haya sido infiel a su cónyuge?", un 69% dijo que sí. Sin embargo, al preguntar quién era esa persona, solo un 16% respondió "Yo", respuesta que dio un 8% de los hombres y un 25% de las mujeres…
Por Patricia Collyer, periodista y psicóloga.
Sin embargo, que la infidelidad existe, existe. Una encuesta dada a conocer a inicios de abril por el portal separados.cl indicó que, cada hora, 28 parejas chilenas inician su separación legal y que, en 7 de 10 casos, la causal es la infidelidad. Y dentro de ésta, la infidelidad femenina sería la que genera el 61% de los divorcios en Chile...
Para mi libro “Amores inconfesables”, hice una encuesta de opinión entre los santiaguinos que arrojó datos interesantes sobre el tema. Tengo la certeza, sin embargo, que hay cifras negras y que la realidad es más contundente que los números, como lo esboza la medición de separados.cl. En todo caso, el tema tiene siempre plena vigencia. Por ello, quiero recordar los datos del estudio realizado por la empresa Research entre santiaguinos casados (con o sin ley) de entre 18 y 55 años, de todos los sectores sociales.
Ante la pregunta clave –se nace o se hace-, un 60% dijo creer que la “tendencia natural” del ser humano es hacia la infidelidad. Entre las razones esgrimidas por las mujeres para pensar así, fue mayoritaria la alternativa “siempre vemos infidelidad” (16%) y “hay poca comunicación en la pareja” (13%), respuesta que entre los hombres solo obtuvo el 3%… Las alternativas más votadas entre los varones fueron “el hombre busca las aventuras” (21%) y “somos así por naturaleza” (20%).
Respecto del momento en que una infidelidad comienza, los consultados opinaron en forma mayoritaria (45%) “en el pensamiento”. La alternativa “la infidelidad empieza en los besos y caricias” obtuvo un 21% entre las mujeres y un 16% entre los hombres y la variante “empieza en el sexo”, fue votada por el 8% de las mujeres y el 6% de los hombres.
También se indagó en qué se consideraba infidelidad. Un 43% de los encuestados respondió: “Pensar y fantasear con distintas personas”. Lo mismo, pero “con una persona determinada” constituyó infidelidad para el 61%. “Pensar en otra persona al estar con la pareja”, fue sinónimo de infidelidad para el 74%.
Ante la pregunta “¿quiénes son las personas más expuestas a ser infieles?”, las respuestas fueron concisas: Un 17% dijo "los hombres", siendo más votada esta afirmación por las mujeres; "los matrimonios con problemas", coincidió un 16%; "las personas que se relacionan con mucha gente" fue elegida `por un 13%, opción que fue más votada por los hombres. Frente a estos datos, surge la reflexión: ¿la respuesta de las mujeres proviene de su experiencia y la de los hombres de su inseguridad?
Al pedir a los entrevistados que manifestaran su acuerdo o desacuerdo respecto del tipo de persona que, supuestamente, está más expuesta a ser infiel, las respuestas más relevantes fueron: “hombres cuya esposa es frígida” (87%); “quienes ya han sido infieles” (86%); “aquellos con cónyuges que no pueden tener sexo” (85%); “mujeres que su marido las deja mucho tiempo solas” (80%). Curiosamente, la alternativa con menor votación fue “los que llevan mucho tiempo de matrimonio” (21%).
¿Cómo se vive la infidelidad? fue otra de las consultas. Y aquí se dio una diferencia interesante: más hombres (23%) que mujeres (16%) dijeron que una aventura de vez en cuando, sin que la pareja se enterara, hacía bien a la relación…
Respecto de situaciones que atañen a la infidelidad femenina, un 90% (hombres y mujeres por igual) dijo estar de acuerdo con la afirmación “en general, lo que lleva a las mujeres a la infidelidad no es la insatisfacción sexual, sino la mala comunicación con su marido y la falta de consideración y atención que él le brinda". Otras alternativas muy compartidas fueron “cuando las mujeres son infieles saben hacerlo y ocultarlo mejor" (75%), “las mujeres son tan infieles como los hombres" (68%) y “las mujeres cuyo único hombre ha sido su marido es muy poco probable que lleguen a ser infieles" (65%). La alternativa que señala que las mujeres “sabe hacerlo y ocultarlo mejor” resonó más en las propias mujeres ya que los porcentajes fueron 78% de mujeres contra 72% de hombres…
Sobre la infidelidad masculina, la alternativa más votada fue “muchos hombres son infieles por una necesidad de vivir probándose y afirmándose en sus capacidades, es decir, inseguridad", afirmación con la cual coincidió el 92% de las mujeres y el 84% de los hombres. La frase: "Es muy frecuente que los hombres sean infieles cuando su mujer está embarazada o durante el post parto", también hizo sentido en el 51% de las mujeres y en un 38% de los hombres.
Cuando se preguntó "¿en qué porcentaje de matrimonios cree usted que ha ocurrido infidelidad de hecho en, al menos, uno de los cónyuges, aunque sea solo una vez?", la respuesta promedio fue contundente: "en el 65%". Y frente a la pregunta: "¿Conoce a alguien que nunca le haya sido infiel a su cónyuge?", un 69% dijo que sí. Sin embargo, al preguntar quién era esa persona, solo un 16% respondió "Yo", respuesta que dio un 8% de los hombres y un 25% de las mujeres…
Por Patricia Collyer, periodista y psicóloga.
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